Yunjae no puede sentir. Las amígdalas de su cerebro son pequeñas, más pequeñas que una almendra, y por eso es incapaz de sentir. Ve el mundo desde la lógica más racional y fría que existe. Esta es la premisa de Almendra, editado por Temas de hoy.
En capítulos breves, que hacen que el libro prácticamente se lea solo, Won-pyung Sohn nos revela los trucos de la madre de Yunjae para hacerle parecer «normal». Post-its con las emociones y cómo expresarlas, diferentes supuestos y qué decir para cada uno, qué cara poner, cuándo sonreír, qué quiere decir realmente la gente y qué tiene que decir Yunjae en respuesta.
«Si alguien me decía algo postivo – por supuesto, debía memorizar las cosas que entraban dentro de esta categoría–, del tipo “¡Qué guapo eres!” o “¡Lo has hecho muy bien!”, debía responderle “Gracias” o “No es para tanto». Mamá me explicaba que “Gracias” era la respuesta más común y corriente, pero que “No es para tanto” denotaba mayor confianza en mí, por lo que podía hacerme quedar mucho mejor»
Con esta premisa y con Yunjae como narrador es muy fácil pensar que estamos ante una prosa fría, desprovista de sentimiento. Nada más lejos de la realidad. La prosa de Sohn, y la genial e impecable traducción de Sunme Yoon, solo pueden describirse como delicadas. Retrata los pensamientos y razonamientos del protagonista y cómo va forjando vínculos con los diferentes personajes que aparecen en su vida después de que alguien apuñalara a su madre y a su abuela delante de él.
Uno de los puntos más fuertes del libro es la relación con Goni. De abusón a amigo íntimo, la curiosidad del uno por el otro los lleva a una de las relaciones más singulares que he visto desde que soy lectora. Goni, que siente demasiado, y Yunjae, que no siente nada, gravitan el uno hacia el otro, ayudándose sin saberlo.
Almendra es una historia sobre amistades improbables, sobre encontrar ayuda en el lugar menos esperado, sobre crecer; y, sobre todo, Almendra es una historia sobre el descubrimiento de uno mismo.
Una novela sensible, delicada, con una historia fresca y unos personajes muy bien definidos e inusuales. Una novela breve e intensa que no deja indiferente.
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