“El nacimiento de una nación” es una película dirigida por D.W. Griffith y estrenada en 1915. Es una obra monumental en la historia del cine, tanto por sus logros técnicos como por su influencia cultural y su impacto en la industria cinematográfica.
La película está basada en la novela “The Clansman” de Thomas Dixon Jr. y narra la historia de dos familias durante y después de la Guerra Civil estadounidense: los Stoneman del norte y los Cameron del sur. A través de sus historias, la película presenta una visión polémica y controvertida de la historia de Estados Unidos, glorificando al Ku Klux Klan como los “salvadores” del sur ante la amenaza de la emancipación de los esclavos y la supuesta “tiranía” del gobierno reconstruccionista. Desde el punto de vista técnico, “El nacimiento de una nación” fue una obra pionera. Griffith utilizó técnicas innovadoras de narración, como el uso de montaje paralelo y de close-ups, que enriquecieron la forma en que las historias podían ser contadas en el cine. Además, la película fue una de las primeras en utilizar música original compuesta específicamente para acompañar la acción en la pantalla, lo que contribuyó significativamente a la experiencia cinematográfica. Sin embargo, a pesar de sus innovaciones técnicas, la película es profundamente problemática en términos de su contenido y su representación racial. “El nacimiento de una nación” retrata a los afroamericanos de manera extremadamente estereotipada y despectiva, presentándolos como ignorantes y peligrosos, lo que refleja los prejuicios y la ideología racista de la época en la que fue realizada.
La película desató una gran controversia en su momento y sigue siendo objeto de debate y análisis en la actualidad. Si bien es reconocida por su importancia histórica y su influencia en el desarrollo del cine como arte, también es condenada por su mensaje racista y su promoción del supremacismo blanco. “El nacimiento de una nación” es una película que debe ser vista y estudiada en el contexto de su tiempo, reconociendo tanto su impacto positivo en la evolución del cine como su problemática representación racial y su legado de intolerancia.
INTOLERANCIA (1916)
Obra maestra del cine dirigida por D.W. Griffith y estrenada en 1916, justo un año después de su controvertida película “El nacimiento de una nación”. Es una película monumental tanto en términos de su ambición narrativa y visual como por su impacto en la historia del cine. La película presenta cuatro historias entrelazadas que abordan el tema de la intolerancia en diferentes épocas y lugares: la antigua Babilonia, la Judea de Jesucristo, la Francia del siglo XVI durante la noche de San Bartolomé y los Estados Unidos contemporáneos de Griffith. Cada historia muestra cómo la intolerancia y la injusticia han sido recurrentes a lo largo de la historia humana, conectando los eventos pasados con los presentes y sugiriendo una reflexión sobre el ciclo de violencia y opresión. Desde el punto de vista técnico, “Intolerancia” es una hazaña cinematográfica. Griffith emplea una serie de innovadoras técnicas narrativas y visuales, incluyendo el uso de montaje paralelo para entrelazar las diferentes historias, impresionantes escenas de multitudes y una sofisticada dirección de actores. La película es famosa por sus impresionantes secuencias de batalla y su elaborada recreación de épocas pasadas, lo que la convierte en una experiencia visualmente impactante. Además de su innovación técnica, “Intolerancia” también es notable por su mensaje social y su crítica a la intolerancia y la injusticia en todas sus formas. A diferencia de “El nacimiento de una nación”, que fue ampliamente criticada por su representación racista, “Intolerancia” adopta una postura más inclusiva y humanista, abogando por la tolerancia y la comprensión entre los pueblos y las culturas. “Intolerancia” es una obra magistral que muestra lo mejor del genio cinematográfico de D.W. Griffith. Es una película ambiciosa y visionaria que no solo desafía las convenciones narrativas y visuales de su tiempo, sino que también aborda temas universales y atemporales con una profundidad y una sensibilidad impresionantes. A pesar de haber sido estrenada hace más de un siglo, sigue siendo relevante hoy en día y merece ser vista y apreciada por su brillantez artística y su mensaje humanista.