A lo largo de este año, ha tenido lugar una sucesión de acontecimientos que vuelven a situar el acuerdo nuclear iraní de 2015, también conocido como Plan de Acción Integral Conjunto (JCPOA, por sus siglas en inglés), en el centro de la política exterior estadounidense e iraní. Con la elección del nuevo presidente de Estados Unidos, Joe Biden, fue planteada la reanudación de las negociaciones nucleares entre los firmantes del acuerdo, durante las conversaciones de Viena de mediados de este año.
Varios meses después, aunque las principales potencias signatarias hayan expresado una voluntad de negociación, se han identificado una serie de factores que obstaculizan el diálogo, un proceso que muchos analistas califican como “complejo y plagado de áreas de desacuerdos”.

El programa nuclear iraní en el marco del Plan de Acción Integral Conjunto (JCPOA)
El origen del programa nuclear iraní se remonta a la década de los años 50. Entonces, el programa desarrollado bajo el mandato del sah Reza Pahlevi, impulsaba la asistencia técnica y cooperación nuclear civil entre Estados Unidos e Irán en el marco de una convergencia estratégica. Sin embargo, el advenimiento de la Revolución Islámica en 1979 condicionó su existencia y lo dejó interrumpido durante varios años. No fue hasta 2002, cuando el disidente iraní Alizera Jafarzadeh hizo pública la existencia de un programa clandestino iraní de enriquecimiento de uranio, que la cuestión nuclear iraní volvió a instalarse en el punto de mira de Occidente y de Israel.
Con la elección del presidente Rouhani en 2013, comenzaron las negociaciones para el establecimiento de un marco de cooperación nuclear entre la OIEA (Organismo Internacional de Energía Atómica, IAEA en inglés) conocido como Joint Plan of Action de 2013. Este disponía la congelación del programa nuclear iraní a cambio de una disminución de las sanciones económicas a Irán.
Finalmente, desembocó en el acuerdo definitivo firmado en abril de 2015 por la República Islámica de Irán y el P5 + 1 (China, Francia, Rusia, Reino Unido, Estados Unidos + Alemania) junto a la Unión Europea. El JCPOA planteó la limitación de las capacidades nucleares iraníes y el levantamiento de las sanciones económicas durante un periodo de 15 años, pero el acuerdo quedó paralizado con la salida unilateral de Trump en 2018.

¿Dónde se encuentra el JCPOA en la actualidad?
Con la llegada a la Casa Blanca del demócrata Joe Biden, Estados Unidos mostró su voluntad de retomar las negociaciones nucleares con Irán en el marco del acuerdo de 2015, al margen de la férrea oposición de su principal aliado en la región, Israel. Con el mismo mensaje, aunque con un tono más mesurado que su predecesor Benjamin Netanyahu, el primer ministro israelí Naftali Bennett se dirigió a la 76ª sesión anual de la Asamblea General de Naciones Unidas refiriéndose a las capacidades nucleares iraníes como una amenaza a la existencia de Israel.
En su primer viaje oficial a Estados Unidos a finales de agosto, discutió con Joe Biden sobre una hipotética vuelta al acuerdo y las supuestas implicaciones que ello tendría para Israel. En este contexto, el presidente de Estados Unidos aseguró que existirían “otras opciones” en caso de que “fallase la diplomacia” con Irán.

Por su lado, aunque Irán también se ha mostrado partidario de renegociar el acuerdo nuclear alcanzado en 2015, el nuevo gobierno conservador y de línea dura de Ebrahim Raisi antepone el levantamiento total de las sanciones económicas, dado que las negociaciones de Viena y las conversaciones indirectas con Estados Unidos no habían sido suficientes hasta entonces para reactivar el acuerdo.
Así pues, los desacuerdos respecto a las prioridades y concesiones de Irán y Estados Unidos de cara a la vuelta al acuerdo nuclear obstaculizan el entendimiento entre ambos países. La reserva de “otras opciones si falla la diplomacia” con Irán mantiene las esperanzas israelíes y podría contribuir a generar un clima de desconfianza.
Aunque el nuevo gobierno conservador y de línea dura de la república islámica se haya mostrado favorable a la vuelta a las negociaciones, también incide en la urgencia del alivio total de las sanciones, un escenario de desentendimiento con Washington y principal factor determinante del acuerdo nuclear en la actualidad. Estados Unidos ha planteado levantar parte de las sanciones, mientras que Irán exige que se retire la totalidad de ellas. Al mismo tiempo, la alianza iraní con China y Rusia también podría no sólo condicionar la urgencia por retomar el acuerdo nuclear, sino también debilitar la posición hegemónica estadounidense en la región.