La Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas (OCHA por sus siglas en inglés) publicó en abril un informe sobre la situación actual de los Derechos Humanos en Yemen.
En el informe se señala que «Yemen sufre la peor crisis humanitaria del mundo». Apuntando que dos tercios de la población, unas 19 millones de personas, necesitan asistencia humanitaria y protección.
La ONU también apunta que «En Yemen, niños y niñas menores de 5 años mueren cada 10 minutos por causas evitables».
Las cifras que aporta sobre la malnutrición hablan por sí solas, hasta 7 millones de personas se enfrentan a la inanición y 8 millones de personas no tienen acceso al agua potable. Por si no fuera suficiente el informe apunta que hasta 1,2 millones de menores malnutridos podrían morir.
Este organismo de las Naciones Unidas también indica que desde que comenzó la guerra 48.000 personas han sido heridas o asesinadas –es decir, unas 73 personas al día-. Asimismo afirma que hay más de 1.300 niños soldados reclutados por varios grupos armados.
Esta enorme cifra complementa una propuesta meses atrás por la ONU que apuntaba a que hasta 10.000 personas habrían muerto como consecuencia de esta guerra.
Para solventar tal situación desastrosa, en el informe de la ONU se señala que: «La ONU solicitó 2.100 millones de dólares estadounidenses para ayuda humanitaria, pero solo ha recibido el 15%». En otras palabras hay 1.800 millones de dólares estadounidenses de brecha de financiación.
La OCHA termina el informe señalando que las minas terrestres colocadas por todo el país y otros explosivos amenazan el movimiento de los trabajadores humanitarios retrasando la asistencia de estos trabajadores que intentan ayudar a las personas necesitadas.
Es importante señalar que este organismo de la ONU no menciona ningún bando en este informe, a pesar de los múltiples abusos de la Fuerza Aérea saudí sobre núcleos de población, incluyendo escuelas, hospitales, entierros o mercados.
Tampoco menciona el bloqueo que Arabia Saudí ejerce sobre el puerto de al-Hudaydah, al oeste de Yemen, que impide la entrada de mercancia, lo que sumado a que Yemen es país desértico, pobre y cuya gran parte de la frontera es con el país agresor, agrava la carencia de alimentos y productos sanitarios.
Yemen se encuentra sumida en un conflicto armado desde el 26 de marzo de 2015, cuando una coalición internacional respaldada por Estados Unidos y liderada por Arabia Saudí intenta devolver el poder de la capital yemení a Hadi, mientras que la capital –y otra serie de territorios- están controlados por los huzíes, respaldados por el ex-presidente yemení Saleh, contrarios a la injerencia e influencia de Arabia Saudí en Yemen.