En los últimos nueve días de la Administración Trump, EEUU ha designado a Cuba como un estado patrocinador del terrorismo, a los houthies de Yemen como una organización terrorista, ha afirmado que China está cometiendo un genocidio y ha sancionado una empresa en Irán dedicada al desarrollo de una vacuna contra el COVID-19.
10 de enero. Los Houthies de Yemen:
El pasado 10 de enero de 2021, el aún Secretario de Estado Mike Pompeo, notificó su intención de designar a los houthies de Yemen (también denominados como Ansarallah) como una organización terrorista.
La designación de este grupo como organización terrorista tendrá graves consecuencias en el plano humanitario.
Yemen es actualmente la peor crisis humanitaria del mundo según Naciones Unidas. Designar como organización terrorista al partido-milicia que gobierna la capital del país, implicará el fin de ciertas actividades humanitarias, así como las importaciones de alimentos y medicinas. También complicará los posibles compromisos diplomáticos y futuras negociaciones de paz.
Esta decisión forzó a la Unión Europea y a la ONU a rechazar esta decisión. Ambos aludieron a razones humanitarias.
11 y 15 de enero. Acusaciones a Cuba de financiar el Terrorismo:
El 11 de enero, Pompeo también devolvió a Cuba a la lista de patrocinadores estatales del terrorismo. Cuba salió de esta lista al final de la Administración Obama tras el deshielo de las relaciones diplomáticas entre ambos países.
Esta decisión fue una jugada doble. Por una parte, contenta a una disidencia cubana en Miami extremadamente beligerante con el proceso socialista de Cuba. Por otra parte, entorpece la política internacional de Joe Biden ya que cualquier decisión que tome respecto a Cuba, por pequeña que sea, los millones de partidarios de Trump repetirán -como ya han hecho en el pasado- el delirante argumento de que Joe Biden es una marioneta de Cuba.
Esta decisión fue rechazada por un grupo de ocho senadores demócratas, los cuales firmaron una carta “mostrando su profunda preocupación” al Secretario de Estado por planear incluir a Cuba en esta lista.
El 15 de enero, el Departamento de Estado de EEUU sancionó al Ministerio de Interior de Cuba y al Ministro de Interior el General Lázaro Alberto Álvarez Casas. El motivo que alegaron fue el arresto, en septiembre de 2019, del disidente José Daniel Ferrer así como la supuesta represión del Movimiento San Isidro.
12, 13 y 15 de enero. Las relaciones de Irán y Al Qaeda:
El 12 de enero de 2021, Mike Pompeo dio una rueda de prensa en la que trazó de manera explícita una relación entre la cúpula de al-Qaeda y el gobierno de Irán.
Estas afirmaciones no se contrastaron con ninguna prueba más allá de sus palabras. Sin embargo, llegó a afirmar que “Al-Qaeda tiene una nueva base de operaciones en Irán”.
Bajo esa lógica, llegaría afirmó que Al-Qaeda opera bajo la protección de Irán y permite la libertad del grupo terrorista bajo en su territorio.
Estas afirmaciones servirán para justificar nuevas y más prolongadas sanciones contra la República Islámica. Y por supuesto, frenará un hipotético programa nuclear de Irán, otro de los retos de la Administración Biden.
Un día después, el 13 de enero de 2021, el Departamento de Estado anunció sanciones contra dos organismos iraníes. Tiene especial relevancia las sanciones contra Execution of Imam Khomeini’s Order (EIKO), una empresa estatal encargada de, entre otras muchas cosas, la fabricación de una vacuna contra el COVID-19.
El 15 de enero, el Departamento de Estado anunció nuevamente sanciones contra empresas de Irán, China y de los Emiratos Árabes Unidos por hacer negocios con una compañía iraní sancionada meses atrás.
14 y 19 de enero. Sanciones a China y acusaciones sobre elorigen del COVID-19:
El 14 de enero, el Departamento de Defensa de Estados Unidos publicó una lista con nueve empresas chinas, la más conocidas de ellas, el fabricante de móviles Xiaomi que operan en Estados Unidos. El objetivo es, según el Departamento de Defensa, contrarrestar la estrategia de desarrollo de la fusión civil-militar de China.
Estas restricciones implican la prohibición de que cualquier empresa o inversor estadounidense invierta en estas compañías con sede en China.
El 19 de enero, El Departamento de Defensa determinó que China ha cometido un genocidio y crímenes de lesa humanidad contra los uigures en Xinjiang, llegando incluso a compararlo con los horrores de los campos de concentración nazis.
19 de enero: Sanciones a Venezuela:
El Departamento del Tesoro de los Estados Unidos designó a tres personas, catorce entidades y seis embarcaciones por sus supuestos intentos de evadir las sanciones de Estados Unidos al sector petrolero de Venezuela.
Esta política de sancionar a los adversarios políticos supone también un obstáculo que la Administración Biden no puede revertir fácilmente, incluso en el remoto caso de que quisiera.
Los últimos coletazos de la Administración Trump están jugando a un peligroso juego: Relacionar un grupo terrorista con el poder ejecutivo de un país que desde EEUU consideran enemigo no es tomarse en serio la lucha antiterrorista. En este sentido, banalizan la lucha antiterrorista de tal modo que lo simplifican a una cuestión de buenas o malas relaciones con el gobernante de turno. Las relaciones internacionales son una cuestión demasiado importante para ser politizada de una manera tan burda.
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