El Departamento de Estado de Estados Unidos, a través de su Oficina de Democracia, Derechos Humanos y Trabajo, hizo un llamamiento público para que los países receptores de la ayuda médica de Cuba reexaminaran los acuerdos y lo finalizasen. Incluso medios como la CNN se preguntaron por qué EEUU se oponía a la ayuda cubana a terceros países afectados por el coronavirus.
Para poner en perspectiva estas declaraciones hay que contextualizar cómo Cuba ha planteado la cooperación internacional con otros países y además, su papel actual en el contexto de la emergencia sanitaria internacional declarada a raíz la expansión del Covid-19.
Un poco de Historia:
La primera misión de Cuba en el extranjero fue en Argelia en 1963. Cuba envió un destacamento de casi 700 militares con más de 20 tanques soviéticos T-55 a raíz de la Guerra de las Arenas, un conflicto que enfrentó a Marruecos y Argelia por disputas territoriales fruto del reparto colonial francés.
Si bien el personal cubano nunca llegó a entrar en combate y sus tareas se limitaron al asesoramiento del recién creado Ejército argelino, sí que tuvo importancia la misión médica. Tanto es así, que a día de hoy, 57 años después, se mantiene la colaboración médica cubana en Argelia. Hoy en día, Cuba gestiona en Argelia varios hospitales con casi 900 trabajadores. Desde entonces, muchas misiones más importantes y con más peso le seguirían.
El MS Braemar, un crucero de lujo que nadie quiso acoger.
El MS Braemar es un crucero transatlántico de lujo que operaba a principios de marzo con total normalidad a lo largo del continente americano. Todo iba con aparente normalidad hasta que, el 13 de marzo, se le negó la entrada a Bahamas debido a que, como mínimo, cinco pasajeros dieron positivo por Covid-19. Posteriormente Barbados también le negó la entrada. Incluso Estados Unidos le negó la ayuda. Se encontraban en mitad del Caribe sin recursos ni capacidad para regresar a Reino Unido.
En esta situación inédita, fue Cuba quien aceptaría el crucero, que para entonces ya contaba con más de 30 casos con síntomas entre tripulación y pasajeros.
El Embajador de Reino Unido en Cuba, Antony Stokes, llegaría a afirmar de manera pública que «está muy agradecido al gobierno cubano pro aceptar realizar esta operación». Agradecía así la asistencia humanitaria. Incluso The Independent afirmó que la decisión de las autoridades de la isla caribeña era una «verdadera señal de solidaridad global».
Al día siguiente de que Cuba aceptara el crucero, la alcaldía de Guayaquil, en Ecuador, bloqueó la pista de aterrizaje con diversos vehículos, poniendo en peligro al avión y sus pilotos, para evitar que un avión vacío procedente de España aterrizara para repatriar españoles atrapados en Ecuador.
La misión de Cuba en Italia, uno de los epicentros de la pandemia
Aunque ese episodio no tuviese mayor trascendencia fuera de Cuba y el mundo anglosajón, sí que lo ha tenido la misión de Cuba en Italia.
En la actualidad, a raíz de la emergencia sanitaria internacional, las misiones médicas cubanas se han desplegado en Suriname, Granada, Belice, Nicaragua, Jamaica,Venezuela y… Italia. En concreto a Lombardía, uno de las regiones más afectadas del país.
Esta misión médica cubana está gestionada a través de la Brigada Henry Reeve, o como oficialmente se le llama, el Contingente Internacional de Médicos Especializados en Situaciones de Desastres y Graves Epidemias. Por primera vez los integrantes están brindando apoyo a un país de Europa.
Desde finales de marzo, después de un acuerdo bilateral entre ambos gobiernos, más de 50 médicos y enfermeros están destinados en Italia para hacer frente a la pandemia. Según hizo saber el político italiano Giulio Gallera, uno de los fundadores del partido Forza Italia, el partido de Berlusconi, los médicos cubanos desplegados en la región «son personal altamente especializado que ya ha combatido contra el ébola y que sabe tratar este tipo de enfermedades».
¿Qué es el interferón alfa 2B?
Por último, cabe señalar que la cooperación internacional cubana no se ha acotado a la asistencia humanitaria o al envío de brigadas médicas a diversos países, la tecnología biotecnológica cubana también ha influido en la arena internacional.
El interferón Alfa 2B es un retroviral desarrollado en 1986 en Cuba por un equipo de investigadores del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB).
Este medicamento se utiliza para tratar varios tipos de enfermedades como la hepatitis B y C crónica, la leucemia mieloide o algunos tipos de cáncer.
Su creador, el doctor Luis Herrera, explica que «El interferón alfa 2b es una proteína que actúa mediando todo un conjunto de reacciones a nivel de la célula que desencadena mecanismos que interfieren con la multiplicación del virus. De hecho, el nombre le viene de ahí, de que interfiere en este tipo de multiplicaciones».
Es decir, no se trata de una vacuna, sino de un medicamento que evita la multiplicación del virus y que, entre otras cosas, ha servido para tratar el Covid-19.
A día de hoy, China está produciendo este medicamento precisamente a partir de tecnología cubana.
Conclusiones:
Cuba ha hecho de esta solidaridad médica una manera de promocionar la «Marca cubana» en el exterior, esto es evidente. Pero también es evidente que esta política salva vidas y alivia las necesidades de las poblaciones más vulnerables.
Tampoco se puede ignorar lo difícil que supone desarrollar laboratorios biotecnológicos para un país que está sufriendo un bloqueo económico y que no alcanza en algunos aspectos los niveles de vida deseables para la población.
Parece ser que algo estarán haciendo los médicos cubanos cuando una potencia regional como es Brasil tuvo que readmitir a más de 1.800 médicos cubanos después de que el gobierno de Bolsonaro los expulsara hace unos pocos meses.
Por lo tanto solo cabe preguntarse ¿Por qué Estados Unidos intenta evitar que terceros países reciban ayuda médica de Cuba mientras que otros agentes globales con mucho mayor poder y aliados tradicionales de Italia y España siguen sin estar a la altura de las circunstancias?