Lo que el viento se llevó (1939)
de Víctor Fleming
Si hay una película que ejemplifica a la perfección el concepto de cine de estudio y también del llamado “cine de productor”, esa película es LO QUE EL VIENTO SE LLEVÓ, producida por David O, Selznick y dirigida por…. todo un rosario de directores: Victor Fleming, George Cukor, William Cameron Menzies, Sam Wood y William Reeves Eason a quien se debe el rodaje de la famosa secuencia del incendio de Atlanta y que ya antes había realizado la carrera de carros en “Ben-Hur” y la famosa batalla de “La Carga de la Brigada Ligera”.
“Lo que el viento se llevó” fue antes de nada una novela escrita por Margaret Mitchell, nacida en Atlanta en el año 1900 y fallecida 49 años después al ser atropellada por un taxi fuera de servicio cuando cruzaba una calle. Había sido periodista y escritora y en 1926, a consecuencia de otro accidente, se lastimó un pie y empezó a escribir la novela que la haría famosa en el mundo entero. Siempre que se habla de “Lo que el viento se llevó” hay que hablar de cifras: cifras de años, de ediciones, de lectores, de recaudaciones…Margaret tardó 10 años en escribir su libro. Lo comenzó en 1926 y terminó su redacción en 1936. El vicepresidente de la famosa editorial McMillan tuvo noticia del libro: un enorme mamotreto de más de mil páginas desordenado y confuso y le dio un plazo a su autora para acabarlo. En el año 36 se acabó, fue editado y su éxito fue inmediato hasta el punto de que había días en que se vendían 50.000 ejemplares.
Las ediciones se sucedieron una tras otra así como las traducciones a todos los idiomas del mundo. En 1937 obtuvo el Premio Pulitzer y Margaret Mitchell vendió los derechos para el cine en la fabulosa cifra para entonces de 50.000 $. Dos años más tarde se convirtió en la película que ahora nos ocupa, una película de leyenda, una epopeya sudista que sigue siendo uno de los grandes taquillazos de toda la historia del cine. Un elegante y fastuoso melodrama que ha cautivado a hombres y mujeres de todas las partes del planeta.
El extraordinario éxito de la película no hubiera sido tal de no haberse producido la verdadera obsesión que siempre tuvo en adaptarla para el cine el productor David O. Selznick, quien después de pelearse con todos sus rivales de la MGM y de la RKO fundó su primera productora independiente y produjo su primera película: “El pequeño lord”. Pero la gran obsesión de su vida fue filmar Lo que el viento se llevó, proyecto para el que no tenía ni dinero ni reparto.
Para el papel de Rhett Butler O, Selznick siempre había pensado en Clark Gable pero también había barajado los nombres de Gary Cooper, Errol Flynn, Ronald Colman y Basil Rathbone. Pero Clark Gable pertenecía a la MGM y su jefe Louis B. Mayer solo consentiría en prestarlo a cambio de una fuerte inversión en la película que le daría el control absoluto de la misma. En todo caso Clark Gable no estaría libre hasta el cabo de dos años y O, Selznick aprovechó este tiempo para revisar el guion y para hacer publicidad sobre el problema en la elección de la actriz que interpretaría al personaje principal Scarlett O, Hara.
Y seguimos con las cifras. Se dice que para decidir qué actriz interpretaría de Scarlett O, Hara se llegaron a entrevistar formalmente a más de 1.400 candidatas, entre ellas a actrices tan importantes como Bette Davis, Katherine Hepburn, Joan Crawford, Barbara Stanwick y Paulette Godard. Esta última estuvo a punto de conseguirlo pero su candidatura se vino abajo por la enérgica protesta de diversos clubs femeninos que la acusaron de estar viviendo con Chaplin sin estar casados.
Las pruebas supusieron un gasto de 50.000 $ de la época y los gastos de la búsqueda se elevaron a unos 100.000$. Pero, sin embargo, su valor publicitario, fue incalculable.
Al final O, Selznick consiguió encontrar a la actriz deseada. Cuenta la leyenda que Selznick dio comienzo al rodaje con el incendio de Atlanta, con una doble con la cara tapada haciendo de Escarlata y sin decidir aún qué actriz interpretaría el principal personaje femenino. Al rodaje asistieron Laurence Olivier, su pareja Vivien Leigh y el hermano de David O, Selznick, Myron O, Selznick.
En mitad del rodaje del incendio Oliver se acercó a Vivien y su cabellera se le antojó perfecta para el personaje femenino. Sus mejillas tenían un precioso tono rosado, tenía los labios adorablemente entreabiertos y sus ojos verdes brillaban con la excitación del momento y con el reflejo de las llamaradas. Laurence pensó que David O, Selznick no podría resistirse, entonces dejó el campo a su hermano Myron, que era su representante en USA y este señalando a Vivien Leigh le dijo a su hermano: “David, te presento a Scarlett O, Hara”. En 1941 David confesó: “La miré y supe que tenía razón”.
O, Selznick había conseguido, por fin, la pareja perfecta. Y este no fue el menor de los aciertos de esta gran película. Durante el rodaje Gable y Leigh mantuvieron una relación profesional. A pesar de que ella se quejaba continuamente del mal aliento de Gable y este a su vez del carácter demasiado altivo de ella, la pareja se respetó mutuamente durante todo el rodaje.
¿Y qué decir de los restantes componentes del reparto?
Olivia de Havilland fue la dulce Melanie Hamilton símbolo de los valores morales y espirituales del viejo sur.
Leslie Howard, sin embargo, que había sido el ídolo de la juventud de Vivian Leigh se creía demasiado viejo a los 45 años para su personaje de Ashley y se pasaba todo el tiempo en manos de las maquilladoras declarando abiertamente su malestar por el encasillamiento en papeles de héroe romántico, además de estar rodando simultáneamente la película “Intermezzo” y de jactarse continuamente de no haber leído el libro de Margaret Mitchell. Todo lo contrario de Vivien Leigh que se aferraba al libro como un salvavidas y lo enarbolaba a cada momento hasta el punto de que el director Victor Fleming en un momento de cabreo le llegó a decir que se lo metiera por el culo.
El personaje de Mammy fue para la actriz negra Hattie McDaniel, actriz y cantante estadounidense que había empezado trabajando como empleada doméstica y que llegó a participar en 300 películas. Por su interpretación en esta película logró el primer Oscar a un actor negro de toda la historia. Murió a los 57 años en Woodland Hills pero el cementerio principal de la ciudad se negó a que fuera enterrada allí debido a las leyes de apartheid. En 1999 el mismo cementerio erigió un cenotafio en su honor. Butterfly McQuinn interpretó a la joven doncella de raza negra Prrissy que hizo famosa su voz chillona al decir “Yo no se nada de dar a luz bebés!”.
Y Thomas Mitchell, ganador de los premios Oscar, Emmy y Tony encarnó al padre de Scarlett O, Hara. En 1939 actuó en cinco películas clave de la década pero fue su interpretación del borrachín de La Diligencia la que le hizo ganar el Oscar de Hollywood al mejor actor de reparto.
El 26 de enero de 1939 el director George Cukor dio por primera vez la orden de ¡Acción! En el plató donde se rodaba la secuencia de apertura en la que Scarlett vestida de muselina verde, sentada en la galería de Tara se lamentaba de los rumores de guerra. Siete meses más tarde el rodaje finalizaba filmando la tercera versión de la misma escena con Scarlett vestida de blanco.
Como antes dijimos la película acabó siendo dirigida por Victor Fleming mientras George Cukor era despedido en el mes de febrero por motivos aún por esclarecer. Para unos fue porque O, Selznick vio en él a un director muy preocupado por desvelar todos los matices de los personajes y temió que no supera dar a la película el tono épico que necesitaba. Para otros porque Gable estaba descontento con él porque se le consideraba un director de actrices y su personaje masculino iba a resultar perjudicado. Y, por último porque Cukor, conocido homosexual conocía algunos secretos de la vida íntima de Gable en los círculos gay antes de que este se convirtiera en estrella de Hollywood.
Pero, como decíamos, el gran artífice de la película fue el productor David O. Selznick y hoy es comúnmente admitido que Los que el viento se llevó es un elegante y suntuoso melodrama, quintaesencia de la “película de productor”. Durante el rodaje Selznick llegó a un estado de agotamiento y crispación extremos porque no solo se veía obligado a reescribir el guión a diario sino que además debía atender al montaje del material filmado, a ocuparse de los decorados, del vestuario, de los papeles secundarios y de los efectos especiales.
La película acabó costando la increíble cantidad de 4.250.000 $ y aún hoy, si ajustamos la recaudación a la inflación sigue siendo la película más taquillera de la historia, con mayor recaudación que Titanic o Avatar. Solo en España recaudó una cifra próxima a los 400 millones de pesetas y se calcula que la película habrá recaudado 3.330 millones de dólares. También consiguió 11 Oscar de la Academia.
Ni el famoso productor Irving Thalberg ni el actor Gary Cooper podrían haberse ganado la vida como adivinos. Thalberg dijo: “Ninguna película sobre la guerra civil dará jamás un centavo” y Gary Cooper, a quien se le había ofrecido el papel principal, fue aún más lejos al pronosticar: “Lo que el viento se llevó va a ser el mayor fracaso en la historia de Hollywood y me alegra que sea Clark Gable y no Gary Cooper el que se pegue el batacazo”.
“Lo que el viento se llevó” dejó una serie de frases famosas para la historia del cine.
Una de ellas la que pronuncia Clark Gable al final de la película dirigida a su esposa: “Francamente, querida, me importa un bledo”. En la traducción española de la novela se traduce así: “Francamente querida se me da un ardite”. Y en la versión española el doblador decía: “Eso no me importa”. Actualmente su traducción correcta sería: “Francamente, querida, me importa un huevo”. Fue elegida en 2005 como la frase más memorable de la historia del cine. Hoy comparte ese honor con la de Vito Corleone en El Padrino: “Voy a hacerle una propuesta que no podrá rechazar”.
“Después de todo mañana será otro día” frase pronunciada por Escarlata al final de la película.
En otro momento de la película Rhett Butler le dice a Escarlata: “Necesitas urgentemente que te “besen”. Eso es lo malo de ti. Tienes que ser “besada”. Y a menudo por alguien que sepa cómo hacerlo”. En lugar de decir “que te besen” se puede sustituir por la palabra que todos estáis pensando.
Por qué el éxito de esta película? ¿Qué tiene Lo que el viento se llevó para haber cautivado a espectadores de todas las edades en este último medio siglo? Casi podríamos plantear la pregunta al revés: ¿Qué es lo que no tiene “Lo que el viento se llevó”? Porque “Lo que el viento se llevó” lo tiene todo y nada le es ajeno: guerra y paz, amor y muerte, miedo, temor, celos, bondad, amor a la tierra, patriotismo, hambre, muerte, sacrificio, heroísmo, dolor, hipocresía y maldad, romanticismo, acción y reflexión. Sus personajes son caprichosos como Scarlett, bondadosos como Melania y Mammy, indecisos como Ashley, ingenuos e inocentes como Prissy y fuertes de corazón tierno como Rhett Butler. Y porque, por encima de todo tuvo un extraordinario productor. Un hombre que creyó en su película desde el principio y que puso todo su entusiasmo y todos los medios necesarios sin escatimar lo más mínimo para dotar a la película de los instrumentos que exigía la novela de Margaret Mitchell.
O, Selznick se empeñó, además, en el uso del technicolor, proceso de cine en color inventado en 1916 y que tan buenos resultados había dado en películas como “El mago de Oz” y que fue el más utilizado en Hollywood entre 1922 y 1952 y los directores de fotografía Ernest Haller y Lee Garmes consiguieron dotar a la película de una fotografía esplendorosa acorde con otros materiales de la misma, hasta el punto de que la película ganó el primer Oscar otorgado a una película en color. La dirección artística corrió a cargo de Edwatrd G. Boyle y Joseph Platt y hay que decir que en la secuencia del incendio de Atlanta se quemaron decorados de otras películas que ya no se iban a utilizar, entre ellos el de King Kong. El Vestuario de Walter Plunkett y la ambientación se cuidaron al máximo. Como curiosidad hay que destacar que se utilizaron 27 trajes idénticos para Scarlett O, Hara y que si se rompía o manchaba había que hacer lo mismo con todos los demás para asegurar el raccord o continuidad de las escenas. Al final del rodaje solo sobrevivieron 5 de estos trajes. Hubo cientos de figurantes especialmente en las escenas de masas que los requerían y contó con los intérpretes más adecuados para encarnar a los personajes creados por Margaret Mitchell.
Max Steiner, autor de la banda sonora hizo aquí quizá su mejor trabajo para el cine. No en vano llegó a obsesionarse tanto con su trabajo que solo durmió 15 horas en 4 semanas para tener lista a tiempo la banda sonora. Durante ese periodo estuvo con asistencia médica.
“Lo que el viento se llevó” fue la película más larga y más cara de la historia del cine hasta el año de su realización.
Pocas veces como en esta película se advirtió con tanta claridad que el cine es una labor de equipo, un colosal trabajo de cientos de personas y que los resultados son necesariamente buenos cuando todos los elementos funcionan a la perfección, cuando el complejo engranaje de una película funciona sin ningún tipo de fisuras.