M, EL VAMPIRO DE DÜSSELDORF de Fritz Lang
Reparto: Ellen Windmann, Gustav Gründgens, Otto Wernicke, Peter Lorre, Theo Lingen, Theodor Loos
Título en V.O: M
Nacionalidad: Alemania Año: 1931 Duración: 119 Género: Terror Color o en B/N: Blanco y Negro Guión: Karl Vosh, Fritz Lang, Thea von Harbou
La última vez que estuve en Alemania dieron de nuevo M y estuvo muchísimo tiempo en cartel en Berlín: 18 semanas. Y durante esta época había allí una ola de crímenes. El departamento de Homicidios no podía encontrar a los culpables tengo un recorte del periódico en el que el reportero escribió: “Sugerimos a los caballeros del departamento de homicidios que echen una mirada a la película de Fritz Lang M para aprender como atrapar a un asesino”. Así que es muy difícil decir que a uno le gusta algo porque tuvo un gran éxito. (…) Pero hay otra cosa que me influye. Había ciertas circunstancias que me permitieron hacer M sin ninguna restricción. Le dije al productor: “Mira, si quieres que haga una película para tí, yo tengo la elección de todo: guion, actores, montaje…todo. Y nadie más tiene que decir nada”. Así que M es, prácticamente, la única película que he hecho en la que nadie metió mano más que yo. Quizá eso me influya
M fue la primera película sobre un maníaco sexual. Una película sin una historia de amor era algo inaudito en aquellos tiempos y si no hubiera tenido ese contrato esta película nunca se hubiera hecho. Hay una anécdota muy tierna sobre Irving Thalberg. Tenía la costumbre de juguetear con unas monedas de oro en un bolsillo. Un día, entes de que fuese a América le dijo a su plantilla, a sus guionistas: “Eh, venid bastardos, quiero enseñaros una película”. Y puso M. Acaba y dice: “Qué, qué dicen a eso?”. “Es una gran película” ¿Es una película maravillosa! o cualquier cosa de las que uno tiene que decir cuando un productor muestra algo que le gusta. Y entonces, de pronto, uno de los guionistas cobró valor y dijo: “Señor Thalberg, dígame una cosa: ¿Qué hubiera dicho usted si yo le hubiese traido una película sin historia de amor sobre un asesino de niños?” Y Thalberg jugueteó con las monedas de oro de su bolsillo y tras un rato dijo: “Probablemente hubiera dicho: ¡Váyase al infierno!”. Era un hombre muy honrado.
Después se hicieron muchas películas sobre maníacos sexuales y recuerdo que dos de ellas hasta usaron la misma melodía que silbaba el de M. De pasada, no me importa que alguien me robe -yo he robado un montón de cosas en mi vida- y no lo llamaría robar. Creo que fue Stendhal quien dijo: “Está permitido coger las cosas buenas donde se encuentren”. Cecil B. de Mille tomó el tribunal irregular de M y lo traspuso a un tribunal irregular en una escuela (This Day and Age) y me sentí muy orgulloso de ello.