Ni la más atroz de sus novelas realistas puede llegar a igualar la propia biografía del escritor de cuyo nacimiento se cumplen doscientos años en este mes de noviembre, autor de algunas de las novelas más importantes de la literatura universal y prototipo, junto a Leon Tolstoi e Ivan Turgeniev del realismo ruso del siglo XIX. Nacido en Moscú, en noviembre de 1821, era hijo de un médico, alcohólico, déspota y cruel, que obligó al joven Fiódor a refugiarse en brazos de su madre que llegó a morir prematuramente. Cuando su padre murió, asesinado y torturado por un grupo de campesinos, Dostoievski contaba 18 años de edad y estuvo a punto de perder la razón, tal fue el impacto que le causó la muerte de su padre, ya que se enfrentó a un complejo de culpabilidad por haber deseado la muerte de su progenitor. Estudió en la Escuela de Ingenieros de San Petersburgo y acabó la carrera a los veinte años, sobreviviendo a base de realizar traducciones. Sus primeros trabajos literarios no tuvieron ninguna repercusión – a excepción del efímero éxito de Pobre gente– por lo que cayó en el olvido total. En 1849 acusado de colaborar con grupos revolucionarios, fue condenado a muerte e indultado pocas horas antes de su ejecución. Su pena fue conmutada por cuatro años de trabajos forzados en Siberia, de donde volvió siendo víctima de frecuentes ataques epilépticos que le acompañaron durante toda su vida y fueron los causantes de su muerte. Escribió su obra Memorias de la casa muerta en base a sus recuerdos de Siberia. Cuando consiguió la libertad fue alistado en un regimiento de tiradores siberianos y contrajo matrimonio con una viuda sin recursos, María Dmitrievna Isáieva, que murió pocos años después, lo mismo que su hermano, con quien había trabajado en diversas publicaciones literarias. Su afición al juego le hizo contraer muchas deudas y para escapar de sus acreedores empezó a viajar por Europa junto con su nueva y joven esposa Ana Grigorievna. En uno de sus viajes su esposa dio a luz una niña que murió poco después, dejando a Fiódor sumido en un profundo dolor, Desde entonces creció su afición al juego y los ataques epilépticos se hicieron más frecuentes. Al nacer su segundo hijo comenzó una etapa de trabajo sin respiro en la que escribió El idiota y Los endemoniados, obras que cosecharon un enorme éxito y le permitieron volver a Rusia, donde fue recibido con gran entusiasmo. Después vendrían Diario de un escritor y Los hermanos Karamázov, obra considerada por su autor como su obra maestra. Dostoievski, el gran maestro de la novela psicológica, falleció en San Petersburgo el 9 de febrero de 1881. Su obra ha ejercido una enorme influencia sobre escritores y filósofos, entre ellos Albert Camus, Jean-Paul Sartre y sus compatriotas Antón Chéjov y Aleksandr Solzhenitsyn y su pensamiento prefigura el existencialismo y el freudismo.
OBRAS EN CASTELLANO DE FÍODOR DOSTIOIEVSKI. Una selección
POBRE GENTE (1845)
ALBA Editorial
Publicada en 1845 fue saludada por los críticos como la obra de un nuevo Gógol. A través de la correspondencia entre Makar Aleksélevich Dévushkin, un modesto funcionario entrado en años y su pariente lejana, la joven huérfana Varvara Alekséievna Dévushkin de la que se siente protector, Dostoyevski traza un retrato de la vida cotidiana de la gente humilde en el Moscú de su tiempo. Convertido en una auténtica celebridad literaria a la temprana edad de 24 años, gracias, sobre todo al apoyo del crítico literario Visarión Belinski. La obra se publicó en forma de libro al año siguiente pero su autor ya había empezado a contraer deudas y su salud empezaba a resquebrajarse a causa de los ataques epilépticos que le acompañaron durante toda su vida. A ello hay que añadir el relativo fracaso de sus obras posteriores, El doble y Noches blancas, lo que le causó una gran depresión.
HUMILLADOS Y OFENDIDOS (1861)
ALBA Editorial
A su vuelta de Siberia, Dostoievsky fundó en Petersburgo, junto con su hermano Mijail, la revista Tiempo en la que fue publicando este melodrama que llegó a convertirse en la primera gran novela de su autor. Si en sus obras anteriores, Noches blancas o Pobre gente había puesto de relieve sus grandes dotes poéticas, en Humillados y ofendidos logra proporcionar a su lirismo un argumento, un tema social digno de ser tratado con verdadera pasión. La esencia de esta obra hay que buscarla en la defensa a ultranza del hombre injustamente ofendido, una constante en toda su obra que ya se había opuesto de relieve en Pobre gente, su primera obra. Por su parte, Oscar Wilde destacó “la nota de sentimiento personal, la realidad áspera de la experiencia auténtica”.
MEMORIAS DE LA CASA MUERTA (1861-1862)
ALBA Editorial
Tan brutales fueron los recuerdos que dejó en Dostoievski su paso por la cárcel y el destierro que no pudo empezar a escribir sobre esos tiempos hasta casi dos años después de alcanzar la libertad. La obra fue publicada, en principio, a modo de folletón en la revista Vremia y en sus páginas asistimos a un desfile de delincuentes vulgares, de criminales de la peor especie, hombres que apenas tienen apariencia humana, con su mortajas -o su uniforme- gris y pardo y la mitad de su cabeza rapada. Allí el escritor vivió una continua paradoja: al ser un prisionero político todos lo tratan como a un barich, un señorito que solo merece insultos y desprecio. Así que a la brutalidad de sus carceleros, al rigor de un terrible reglamento hay que añadir otra tortura más cruel todavía, la de sentirse extraño entre todos aquellos seres que, como él, pican piedras y desecan pantanos. Una nueva sensibilidad aflora en esta obra terrible, al convertir el amor a sus semejantes en el propio de un hombre que ha estado entre los muertos y, al final, ha resucitado.
CRIMEN Y CASTIGO (1866)
ALBA Editorial
El hombre del subsuelo, hasta ahora sumido en su represión, se rebela contra su estado como única forma de cambiar su destino. Su protagonista, Raskolnikov fue imaginado por Dostoievski cuando apostaba en las ruletas de Wiesbaden y perdía su dinero a raudales, poco tiempo después de perder a su esposa y quedarse viudo. Su soledad, sus dolencias físicas y la falta de recursos económicos fueron un caldo de cultivo ideal para la creación de este brutal personaje, Rodion Raskolnikov que, armado con un hacha, asesina a una vieja usurera, un “piojo inútil y dañino“, según su propia expresión. El asesinato de la prestamista no será sino una prueba que debe pasar para convencerse de su pertenencia a la clase de los elegidos, la minoría que pude transgredir las leyes impuestas por la sociedad y la costumbre. Dostoievski escribió con Crimen y castigo su obra maestra y convirtió a su protagonista en uno de los más grandes personajes de la literatura universal.
LOS DEMONIOS (1871-1872)
ALBA Editorial
Titulada igualmente Los Poseídos fue publicada inicialmente como folletón en El Noticiero Ruso y en ella Dostoievski da rienda suelta a sus pensamientos contra el liberalismo, el socialismo y el radicalismo poniendo de relieve todo su sarcasmo, su ironía y su humor, centrándose en los problemas de la fe, el ateísmo y la voluntad de poder. La estructura de la novela no alcanza la maestría de Crimen y castigo, pero en esta novela, una de las cumbres narrativas de su autor, se aprecia un enriquecimiento de su potencialidad y un talento especial para la sátira. Los personajes de la novela, entre la brutalidad y la fascinación, irán desvelando las compensaciones que ofrece el “derecho al deshonor” en medio de una trama coral deslumbrante. A destacar esta nueva traducción de Fernando Otero que recupera el estilo y la atracción de esta obra maestra.
LOS HERMANOS KARAMÁZOV (1879-1880)
ALBA Editorial
La última de las novelas escritas por Dostoievski y la mejor, según su autor, fue escrita a raíz de una visita que hizo al célebre monasterio de Óptina Pustin, en una excursión que realizó con su amigo, el profesor Solóviev. Allí los dos amigos tuvieron la oportunidad de conversar con el padre Ambrosio (el starets Zósima, en la novela). El monasterio tiene un especial protagonismo en la primera parte de la obra y la novela fue escrita en El Noticiero ruso a medida que se iba escribiendo. Durante su estancia en Siberia, en el presidio, Dostoievski conoció a tres hermanos kirguises que habían cometido un crimen obedeciendo las órdenes del mayor de ellos y los tres representaban la perfecta solidaridad fraternal en la expiación y estos tres hermanos constituyen el germen de los Karamazov de esta novela en la que el tema de la explotación del hombre sería atacado con el mismo criterio de los revolucionarios de la época, los precursores de la transformación de Rusia.
DIARIO DE UN ESCRITOR
ALBA Editorial
Los hermanos Karamázov y Diario de un escritor se convirtieron, a causa de la muerte del escritor y sin que éste lo hubiera previsto, en el testamento espiritual de Fiódor M. Dostoievski. Su última novela, quedó tal y como estaba sin la proyectada segunda parte, mientras que Diario de un escritor, que durante varios años le había servido de vehículo para la expresión de todo tipo de temas, se llegaría a convertir en un texto clave para investigar sobre su pensamiento, su ideología política y social, sus sentimientos, temores y esperanzas, en una palabra, en su libro más personal, más definitorio pero, también, en el más extraño y desconocido. Pero, ante todo, Diario de un escritor es un libro de una variedad prodigiosa, de admirable frescura y en la mayoría de las veces, de una gran amenidad. Un libro en el que el propio autor llegó a definir de la siguiente manera: ¿De qué voy a hablar? De todo lo que me llame la atención y me haga reflexionar. Así, pues, Diario de un escritor constituye, según Víctor Gallego, un inmenso cajón de sastre donde conviven páginas inmortales, consideraciones soberbias y postulados trasnochados, polémicas brillantes y rabietas pueriles.
Antonio Gregori. Octubre de 2021