LA HISTORIA COMO POLIFONÍA
¿Quién escribe la historia? ¿Los profesionales? ¿Los vencedores? Si la escriben los profesionales -o sea los historiadores- ¿por qué raramente consultan a los protagonistas de la Historia, incluso cuando en muchas ocasiones aún siguen con vida? Si la escriben los vencedores, ¿cómo logran conservar un margen suficiente de objetividad que los haga creíbles?
La periodista bielorrusa Svetlana Alexiévich llevó a la práctica la novela colectiva heredada de su maestro Alés Adamóvich utilizando la técnica del collage para crear un nuevo género llamado también “coro épico” o “novela oratorio” entre otras denominaciones. Y lo hizo a conciencia, pateándose casi toda la URSS y entrevistando a cientos, a miles de personas que llegaron a formar una especie de coro polifónico para recordar los horrores de la guerra mundial, la participación de las mujeres rusas en la contienda, la Guerra de Afganistán, la caída de la URSS o los escalofriantes testimonios de los supervivientes de Chernóbil. Los resultados de esta especie de macroencuesta sobre algunos de los más trágicos episodios del siglo XX la han hecho merecedora del Premio Nobel de Literatura de 2015, como autora de algunos libros imprescindibles a medio camino entre la literatura y el periodismo.
LA MUJER, VANGUARDIA DE LA SOCIEDAD
Nacida en la pequeña localidad de Stanislav, en la Ucrania soviética, hija de padre bielorruso y madre ucraniana, pasó su infancia y adolescencia en la República de Bileorrusia. Estudió Periodismo en la universidad de Minsk. Trabajó como reportera de prensa y redactora de la revista literaria Neman de Insk. Su primer libro, La guerra no tiene rostro de mujer vio la luz en 1985 y el mismo año publicó Últimos testigos. Los niños de la II Guerra Mundial. Los muchachos de zinc. Voces soviéticas de la guerra de Afganistán es de 1989, Fascinados por la muerte, apareció en 1994, Voces de Chernóbil, crónica del futuro, una de sus obras maestras, en 1997 y El fin del “Homo sovieticus” en 2015. Además del Nobel Svetlana Alexiévich ha sido merecedora de los premios Ryszarf-Kapuscinki (Polonia), Herder (Austria), Círculo de Críticos Nacional del Libro (Estados Unidos), de la Paz del Comercio Librero (Alemania) y del Premio Médicis (Francia) entre otros importantes galardones.
OBRAS DE SVLETANA ALEXIÉVICH (Una selección)
LA GUERRA NO TIENE ROSTRO DE MUJER
Editorial DEBATE
Un estilo que Svletana Alexiévich ha convertido en las señas de identidad de su escritura a lo largo de su obra. Sin apenas intervención de la autora, ésta deja la palabra a las mujeres de su historia para que aviven sus recuerdos y rememoren de forma colectiva un suceso traumático del que fueron protagonistas. En este caso, el primero de sus libros, Alexiévich se dedica a escrutar el papel de la mujer soldado bielorrusa en la II Guerra Mundial, donde casi un millón combatieron en las filas del Ejército Rojo. Francotiradoras, tanquistas, enfermeras, cirujanas o simples soldados, toman la palabra para, con sus testimonios, conformar el relato de lo que fue la historia de hombres y mujeres en guerra, narrando la parte no heroica del conflicto. Reescrita en 2002 esta obra incluye fragmentos no autorizados por la censura de la época y otros que la autora no se atrevió a incluir en la primera versión.
ÚLTIMOS TESTIGOS. Los niños de la II Guerra Mundial
Editorial DEBATE
En su segundo libro, Últimos testigos. Los niños de la II Guerra Mundial, publicado el mismo año que La guerra no tiene rostro de mujer, Svletana Alexiévich se centra en los niños que vivieron la II Guerra Mundial y las consecuencias que la tragedia tuvo en sus vidas. Se estiman en trece millones los niños muertos en la II Guerra Mundial y solo en Bielorrusia casi treinta mil huérfanos tuvieron que ser albergados en los distintos orfanatos. Un número considerable de estos niños fueron entrevistados por la periodista y el resultado es una historia profundamente conmovedora de la vida de estos niños convertidos en el momento de la publicación en empleados de correos, operarios, entrenadores deportivos, ingenieros, empleados, profesores o jubilados.
¿Por qué le han disparado en la cara? ¡Mamá era tan guapa!
(Volodia Korshuk. 7 años, Actualmente catedrático y doctor en Historia)
VOCES DE CHERNÓBIL. Crónica del futuro
Editorial DEBOLSILLO
El 26 de abril de 1986 una serie de explosiones destruyeron el reactor y el edificio del cuarto bloque energético de la Central Eléctrica Atómica (CEA) de Chernóbil, situada cerca de la frontera bielorrusa. Fue el desastre tecnológico más grave del siglo XX. Esta obra de Svetlana Alexiévich está planteada como una tragedia griega, con unos héroes marcados por un destino fatal, cuyas voces fueron silenciadas durante años y, naturalmente, un coro de voces que la autora bielorrusa recupera, fiel a su estilo, en este libro inolvidable. El libro se abre con una entrevista de la autora consigo misma sobre la historia omitida, estructurándose a partir de aquí en tres partes cada una de las cuales incluyen una serie de monólogos de los protagonistas de la tragedia para culminar con un coro de niños, una solitaria voz humana y un epílogo en el que Alexiévich nos habla del nuevo Chernóbil convertido hoy en un cetro de atracción turística, una nueva Meca nuclear que se ofrece al turista a precios moderados.
EL FIN DEL “HOMO SOVIETICUS”
Editoral ACANTILADO
“Durante años viajé recogiendo testimonios por toda la antigua Unión Soviética, porque a la categoría de Homo sovieticus no solo pertenecen los rusos, sino también los bielorrusos, los turkmenos, los ucranianos y los kazajos…Ahora vivimos en estados distintos y hablamos lenguas distintas pero seguimos siendo inconfundibles. ¿Se nos distingue a la primera! Todos los que venimos del socialismo nos parecemos al resto del mundo tanto como nos diferenciamos de él: tenemos un léxico propio, nuestra propia concepción del bien y el mal, de los héroes y los mártires…” (Svletana Alexsiévich). Con la sola ayuda de una grabadora y una pluma, la autora reinventa una forma literaria polifónica muy singular en este extraordinario texto que describe de forma conmovedora la sobrecogedora condición humana.
SVETLANA ALEKSIÉVICH EN EL CINE
1.- LYUBOV (AMOR EN RUSO) de Staffan Julén. Documental
2.- VOCES DE CHERNÓBIL de Pol Cruchten