NOBLEZA BATURRA (1935)
Producción: CIFESA
Dirección: FLORIÁN REY
Argumento: La obra teatral de Joaquín Dicenta Alonso, Nobleza baturra
Guion: Florián Rey
Fotografía: Enrique Guerner
Música: Rafael Martínez y José L. Rivera
INTÉRPRETES:
IMPERIO ARGENTINA (María del Pilar), JUAN DE ORDUÑA (Sebastián), MANUEL LUNA (Marco), MIGUEL LIGERO (Perico), CARMEN DE LUCIO (Filomena), JOSÉ CALLE (Tío Eusebio), PILAR MUÑOZ (Andrea), JUAN ESPANTALEÓN (Padre Juanico).
Blanco y Negro
SINOPSIS:
La murmuración provocada por la calumnia de un pretendiente despechado destroza la vida de María del Pilar.
DRAMA
COMENTARIO DE IMPERIO ARGENTINA. ACTRIZ
Nobleza baturra tiene una escena inolvidable. Es aquella en que Miguel Ligero va con un burrito por las vías del tren y al oír los pitidos de uno que se acerca, dice:
- Chifla, chifla, que como no te apartes tú…
Lo bueno fue que por poco no le dio el tren, porque el maquinista tuvo algún despiste. En cuanto al burrito, lo había comprado Florián en una feria de Madrid y le pusimos por nombre Abd-El-Krim. Lo llevamos a Aragón en tren y cuando llegamos a Borja nos costó una barbaridad sacarlo del vagón de carga. Quienes mejor se lo pasaron fueron los viajeros que se agolparon en el andén para disfrutar del espectáculo. Apenas habían pasado dos o tres meses del nacimiento de nuestro hijo Flori y ya estábamos inmersos en el trabajo. Además, Florián no era amigo de improvisar las cosas en el último momento. Al contrario, a él le gustaba ensayar las escenas y la construcción de los personajes durante mucho tiempo y eso no era algo que a mí me molestase, porque creo que las cosas necesitan prepararse a conciencia para que salgan bien, o mejor, no hacerlas. Por eso rechacé la ayuda de una doble para ciertas escenas, como la de la siega, a pleno sol de verano, con aquellas pajas impresionantes que me obligaron a ponerme las mismas medias gruesas que usan las aragonesas para evitar sus pinchazos. Aun así siempre surgían contratiempos de última hora como la negativa de los curas a que rodásemos en la Basílica del Pilar, a pesar de que no había nada en la película que escapase a las costumbres de la decencia. Y también ocurrían sucesos que, al contrario, eran bienvenidos, como fue el caso de un sacerdote que insistió en que oyese en el órgano de la iglesia una jota, Asómate a la ventana, que luego incorporamos a la película. Después, ese mismo sacerdote nos llevó a una finca estupenda en Visimbre, donde quiso convidarnos destapando una botella de vino que se deshizo totalmente, tan antiguo era.
La ayuda familiar siempre ha sido importante. Así, mi cuñada Guadalupe fue profesora mía de canto y me adiestró en las formas de expresión aragonesas, a fin de que pudiese hablar con acento maño y utilizando correctamente los giros y dichos locales. La canción Bien se ve, que se convirtió en una de las más populares de mi repertorio, se la debo a mi cuñado Rafael, que solía encargarse de la parte musical de las películas de su hermano. MI hermana Asunción era la script y además aprovechamos sus muchas cualidades como bailarina de clásico y folklórico para que se luciese en la escena de la jota.
Nunca me he metido en la parte técnica del rodaje, que siempre he considerado responsabilidad del equipo de dirección. Aunque seamos los actores los que damos la cara y recibimos el aplauso del público, la responsabilidad última de la calidad de una película y, por extensión, de su éxito, la tienen los que están detrás de la cámara. Por eso y porque tenía una confianza absoluta en la capacidad de Florián, jamás había hecho ninguna sugerencia sobre lo que no fuesen cuestiones estrictamente interpretativas. Sin embargo, hice una excepción en Nobleza baturra con una toma que me gustaba mucho y en la que las cabezas de Manolo Luna y Pepe Calle aparecían en primer plano. Se me ocurrió y, junto a Guerner, el extraordinario director de fotografía alemán que trabajaba con Florián le dije a mi marido:
- Mira, Florián, creo que en esta escena podrías hacer una cosa que me parece que ha hecho nadie. Cuando un personaje está hablando, se podría desenfocar al que está detrás y enfocarlo solo a él, dirigiendo toda la atención hacia su persona. Y luego, cuando le toque hablar al otro, hacer lo mismo pero al revés, para que sólo esté enfocado el que deba atraer el interés del público.
El me escuchó, lo hizo así y, afortunadamente, dio buen resultado.
Nobleza baturra fue un drama popular profundamente español, ambientado en una tierra, la aragonesa, que el cine tenía casi olvidada. Su triunfo fue tan grande que Cifesa quiso seguir explotando el filón recién iniciado y embarcarnos a Florián y a mí en otro proyecto de raíces populares y españolas. Pero esta vez querían algo más típico todavía y por eso pensaron en hacer una película de tema andaluz.
COMENTARIO DE EDUARDO G. MAROTO. MONTADOR
El montaje de “Nobleza baturra” iba sobre ruedas. Imperio se sentaba a un lado, Florián, al otro, frente a la moviola y se iban afinando los planos en medio de un clima muy agradable. Por otra parte, tengo que reconocer que Magdalena, la más internacional de las estrellas con que España pudo contar en aquellos años, se entregaba en cuerpo y alma a su trabajo: de manera admirable, dedicaba horas a perfeccionar la jota en su estudio y gracias a su tesón consiguió bailarla como una auténtica mañica.
La jota de Magdalena se rodó con cuatro cámaras y dos versiones en el encuadre, lo cual me proporcionó abundante material para su montaje. Al marcar la música en sincronía con la imagen maestra, se me ocurrió que sería una novedad cambiar el plano cada vez que la melodía evolucionaba. Como en la parte final de la danza se aceleraba el ritmo, hice lo mismo con la imagen, esto es, corté los planos con arreglo a los acordes, con lo que conseguí que esta secuencia resultara bastante espectacular. Así, al pasarla en moviola, los demás quedaron tan encantados que tuve que pasársela varias veces y explicarles cómo había jugado con los ocho diferentes encuadres en sincronía de movimi
MIGUEL LIGERO. Actor. (Madrid, 1897- Madrid 1968)
Desde los doce años trabajó en actuaciones teatrales tanto en España como en Latinoamérica. Interviene por vez primera en cine en uno de los primeros números de Frivolinas (1927). Más tarde es contratado por la Paramount en 1930 para rodar películas habladas en castellano en los estudios de Joinville. En 1931 se va a Hollywood contratado por la Fox. Formó la pareja más famosa del cine español, junto a Imperio Argentina entre los años 1930 y 1936.
Entre sus películas hay que destacar El novio de mamá (1934), La hermana San Sulpicio (1934), Nobleza baturra (1935), La verbena de la Paloma (1935), Morena Clara (1936), El barbero de Sevilla (1938), Polvorilla (1957).
EL AUTOR DE LA OBRA TEATRAL
JOAQUÍN DICENTA ALONSO (Madrid, 1893- Madrid, 1967)
Hijo del escritor Joaquín Dicenta, introductor del teatro social en la escena española, y de la cantante Resurrección Alonso. Su gran especialidad fue la escritura de piezas teatrales en verso, como Madre Paz y Cuento de Cuentos, pero también es autor de piezas de teatro popular escritas en su mayor parte junto a Antonio Paso. Durante la Guerra Civil fue presidente interino de la Sociedad General de Autores. Al acabar la guerra civil pasó varios años en la cárcel y sus obras fueron retiradas de los escenarios.