El cine español en el recuerdo: 52.- La sirena negra (1947)
LA SIRENA NEGRA (1947)
Producción: BOGA
Dirección: CARLOS SERRANO DE OSMA
Argumento: La novela La sirena negra de Emilia Pardon Bazán
Guion: Carlos Serrano de Osma, Pedro Lazaga, Juan Antonio Cabezas, Juan Manuel Vega
Fotografía: Salvador Torres Garriga
Música: Jesús García Leoz
INTÉRPRETES:
FERNANDO FERNÁN GÓMEZ (Gaspar), ISABEL DE POMÉS (Miss Annie), JOSÉ MARÍA LADO (Solís), GRACIEL CRESPO (Rita), MARÍA ASQUERINO (Trini), ANA FARRA (Camila), RAMÓN MARTORI, KETTY CLAVIJO (Ketty), FERNANDO SANCHO (Tadeo), MODESTO CID, CARKLOS SERRANO DE OSMA.
Duración: 77 minutos
Blanco y Negro
SINOPSIS:
Un hombre, Gaspar de Montenegro debe enfrentarse en solitario a la educación de una niña que le recuerda a una mujer trágicamente fallecida
DRAMA
COMENTARIO DE CARLOS SERRANO DE OSMA. DIRECTOR
Como había adaptado a Unamuno me ofrecieron esta adaptación de la Pardo Bazán, aunque yo hubiera preferido algo de Pío Baroja, que no se había llevado al cine si exceptuamos “Las inquietudes de Shanti Andía” de Ruiz Castillo o el “Zalacaín el aventurero” que hizo Francisco Camacho en la época del cine mudo. No hace mucho la vi en la Filmoteca Nacional y me causó una impresión bastante buena. Aquí recuerdo que era un planteamiento a base de mucha grúa, como en el caso anterior, pero de planos infinitos como los que hizo Orson Welles en “El cuarto mandamiento” con su gran colaborador Gregg Toland. La profundidad de campo y otra serie de cosas muy bonitas empezamos a ensayarlas en esta película. Porque todo lo que yo he hecho en el cine ha sido ensayo, experimentación, por eso no tengo cosas logradas y por eso mi carrera terminó de forma prematura. Antes de cuajar todas esas experiencias tuve que cortar porque ya la cosa no se podía sostener. La gente ya no estaba dispuesta a permitirme más experiencias y quedé marginado. Yo tenía una cosa muy mala que aún tengo y es que procuraba rehuir las influencias, al menos de manera consciente. Sin embargo, las influencias surgen de forma inconsciente, como en el caso de Orson Welles. No es posible el calco, pero sí una influencia concreta en cuanto al uso del plano secuencia. Concretamente tuve una clara influencia de Orson Welles. Me gusta el teatro, pero prefiero el cine como medio de expresión y como espectador.
Cuando empecé a hacer cine empecé a darme cuenta de que la limitación de este medio de expresión era el tener que fragmentar la acción. Una acción de cinco minutos tenía que ser fragmentada en cinco trozos y estos trozos se filmaban de forma de manera no cronológica, perturbando el buen resultado de esa acción de cinco minutos. Estoy totalmente de acuerdo en que hay que devolver la unidad de acción y de tiempo. Con las técnicas actuales se puede hacer en continuidad lo cual resulta beneficioso para que el actor entre en situación y evitar así que cuando entre en situación haya que cortarle para, más tarde, volver a calentarle para que entre nuevamente en situación. Sí, era esa tendencia. No sólo era el mimetismo externo más o menos consciente, sino el deseo de lograr una expresión amplia, continua y lo más clara posible.
LA AUTORA DE LA NOVELA
EMILIA PARDO BAZÁN (A Coruña, 1852- 1921)
Hija única de los condes de Pardo Bazán, viajó por Europa. Fue consejera de Instrucción Pública y catedrática de Estructuras neolatinas en la universidad de Madrid y, en todo momento, una ardiente defensora del feminismo. Murió sin conseguir ser elegida como académica de la Academia de la Lengua Española… Entre sus obras más notables están Los pazos de Ulloa, La madre naturaleza o La cuestión palpitante que levantó una gran polvareda.
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