El cine español en el recuerdo: 45 .- Senda ignorada (1946)
SENDA IGNORADA (1946)
Producción: GOYA P.C.
Dirección: JOSÉ ANTONIO NIEVES CONDE
Guion: José Fernández Gómez, José Antonio Nieves Conde
Fotografía: José F. Aguayo
Música: Jesús Guridi
INTÉRPRETES:
ALICIA PALACIOS (Mary), PORFIRIA SANCHIZ (Señora Walsen), DOLORES CRESPO (Novia), ENRIQUE GUITART (Morani), FERNANDO NOGUERAS (Russell), ANGEL DE ANDRÉS (Peter), MANUEL ARBÓ (Preparador), JOSÉ MARÍA RODERO (Novio), NICOLÁS D.PERCHICOT (Juez), EMILIO RUIZ DE CÓRDOBA (Guía), MARIANO HALCÓN (Florio), JOSÉ PARADA (Jefe de Policía) RAFAEL BARDEM (Defensor).
Duración: 103 minutos
Blanco y negro
SINOPSIS:
En Estados Unidos, años 40 el jefe de una banda es perseguido implacablemente por el inspector Russell
POLICÍACA
COMENTARIO DE JOSÉ ANTONIO NIEVES CONDE
Normalmente, el camino que se utilizaba para acceder a la dirección era el de la profesionalidad y ése fue el que yo elegí. O sea, la amistad con Rafael Gil, en cuya primera película trabajé sin cobrar un céntimo y ayudándole en todo lo posible. En la segunda empecé con un puestecito bajo y fui subiendo. Y en la tercera, me convertí en su ayudante de dirección. De esa manera conocí a los productores que me dieron la oportunidad de dirigir mi primera película, “Senda ignorada”. Este era el camino que existía entonces y digan lo que digan, comparándolo con el tiempo presente, había menos facilidades, aunque, eso sí, había mayor contacto entre los profesionales del cine. Quizás porque éramos pocos. En cualquier caso no importa cómo se llega, lo que importa es el resultado final. Y, en aquél momento, el camino más seguro era ese. Es el que yo practiqué y el que recuerdo que practicaron casi todos. Y, justamente, muchos que llegaron más tarde a dirigir han lamentado no haber hecho ese camino de la profesionalidad desde el momento en que no existía una escuela de cine.
Los productores me propusieron el guion, por cierto, un guion muy débil y un tanto ingenuo. Y yo me planteé lo que tantas veces me he planteado a lo largo de mi carrera: “¿Qué tengo que hacer? ¿Ser riguroso o decir a todo que sí?” De esta forma llegué a una situación intermedia que he procurado seguir a lo largo de mi vida: no desdeñar por sistema lo que le ofrecen a uno y aceptar cualquier proyecto si hay un sesenta por ciento de posibilidades de conseguir algo positivo. Y esto es lo que hice con “Senda ignorada”. Había unas ciertas posibilidades de que la cosa pudiera arreglarse dentro de un cierto límite. Y es que en España hay que luchar siempre con una cosa terrible, la escasísima cantidad de veces que a uno le llaman por ser un profesional. Creo que, en mi caso, habrán sido unas cuatro veces. Casi siempre se me ha llamado por las circunstancias, porque estaba allí o porque era amigo de fulano, pero nunca analizándolo fríamente como sucedió con “Balarrasa” en la que el productor Vicente Escrivá, después de ver una película mía, pensó que yo era el director adecuado o como sucedió con “Surcos”, que fue un caso parecido. Y, años más tarde, con José Frade o con Rafael Gil. ¿Qué quiere decir esto? Pues que al cine español le faltaba algo fundamental que es el productor, la persona que crea el filme, el hombre que monta el proyecto, el que busca la historia y los elementos idóneos. Y en España, ante la carencia de este elemento, los directores se han tenido que convertir en una especie de empresarios, financieros y un montón de cosas más, lo cual ha dañado la profesión porque el director no ha tenido la libertad que debería haber tenido.
Es una lástima que la película pueda estar perdida, porque creo que tenía interés. La historia transcurría en Estados Unidos y se pretendía que tuviera aspecto norteamericano. Yo no entendía por qué transcurría en EEUU y me planteé si hacerla o no, teniendo en cuenta que no era cosa de rechazar la primera propuesta que tenía en mi vida. Cuando la película estuvo terminada, le encantó a los distribuidores y la estrenaron en un buen cine, el Palacio de la Música.
El primer plano de Senda ignorada es una vista de los muelles de Nueva York y está tomado de una película de Hitchcock, Sabotaje, que reprodujimos, por su puesto, sin pedir derechos. La película se rodó en su totalidad en un estudio. Hay dos escenas que me gustaban: el robo, que era prácticamente mudo y la secuencia final, cuando al protagonista le van a ejecutar y se despide del policía. En un plano muy sostenido, el policía se aleja despacio y cuando está a la mitad del pasillo la luz se apaga un momento. El policía se queda quieto. Da un par de pasos más y entonces…la segunda descarga. (EL CINE ESPAÑOL EN EL RECUERDO de Antonio Gregori. Entrevista con José Antonio NIEVES CONDE realizada en una cafetería, cuyo nombre no recuerdo, próxima al Ministerio de Cultura. en 1980)
Esta película está desaparecida. Se agradecería cualquier información sobre la misma
Facebook Comments
Últimas entradas de Antonio Gregori Fernández (ver todo)