Producción: CEA
Dirección EUSEBIO FERNÁNDEZ ARDAVÍN
Guion: Eusebio Fernández Ardavín, Serafín y Joaquín Álvarez Quintero
Fotografía: Enrique Barreire
Música: Francisco Alonso
INTÉRPRETES:
ARMANDO CALVO (Juan Ernesto), MARUCHI FRESNO (Clara Laurel), ELOÍSA MURO (Madrasta), RAFAEL BARDEM (Don Sabino), FERNANDO FRESNO (Balbuena), AMPARO SAUS (Marquesa), LUISA PUCHOL (Jesusa), MARIANO OZORES (Padre), LUIS JULIO LLANEZA (Farinelli), IGNACIO MATEO, MARGARITA ALEXANDRE
Duración: 95 minutos
Blanco y negro
SINOPSIS:
Clara se va a Sevilla con un empleado del Ministerio al que la justicia acusa de haber cometido un asesinato en París.
COMEDIA
COMENTARIO DE MARGARITA ALEXANDRE. ACTRIZ
“Quisiera precisar que yo, en realidad, no tuve carrera de actriz. Yo estaba estudiando en un colegio de Madrid en los años 1939-40 y había una película, “Tierra y cielo” protagonizada por Maruchi Fresno y el tema era el de una pintora copista del Museo del Prado, uno de esos pintores que reproducen cuadros y no sé por qué motivo aparecía un sueño y uno de los cuadros perdía su estatismo y le dirigía unas palabras. Entonces ella veía reproducida a la Inmaculada Concepción de Murillo, que es un cuadro muy clásico. Estaban buscando para la película a alguien que pudiera hacer ese papel ya que la cara de la Virgen de Murillo es bastante aniñada. Por tanto buscaron por los colegios, me vieron a mí y decidieron que yo, que por aquella época ya era una adolescente, era la adecuada para ese papel. Recuerdo que hubo alguna discusión porque tengo los ojos azules y en el cuadro de Murillo la Virgen los tiene castaños. Al final pensaron que daba igual. Pero yo hice un papel de medio minuto vestida como la virgen de Murillo. De pronto me inclinaba hacia abajo y decía algo. Y eso es lo que la pintora soñaba. Lo que sucede es que la aparición mía en los estudios me causó mucha curiosidad. Me di cuenta de que se trataba de un trabajo interesante. En aquellos años, salvo las chicas mujeres protagonistas, las que hacían papeles secundarios, no estaban muy bien vistas porque las chicas “decentes” no trabajaban en ese medio. Yo, como era medio extranjera y había sido educada de otra manera y, además, daba otro tipo distinto, tuve la suerte de que me empezaran a llamar para hacer pequeños papeles en toda aquella retahíla de películas de los años 40. En una de ellas yo era la prima del marqués porque daba el tipo de personaje de niña bien…en fin, como digo empezaron a llamarme y de ahí arranca mi interés por el cine. Pero nunca me he considerado una actriz.” (Entrevista personal con Antonio Gregori)