
EL ÚLTIMO HÚSAR (1940)
Director: Luis Marquina
Producción: Federico D, Avack
Argumento y Guión : Antonio de Obregón
Director Musical. Javier García Leoz, Constantino Ferri
Jefes de Producción: Carlo Civallero, Giuseppe Pelagallo
Ayudante de Dirección. Félix Aguilera
Intérpretes. Conchita Montenegro, Luis Sagi Vela, Concha Catalá, Alberto Romea, Armando Calvo, Luis Hurtado, Ana Mariscal, Lily Vincenti, Luis Arroyo, Miguel S. del Castillo.
Género. Comedia Musical
Coproducción hispano-italiana realizada por el sistema de dobles versiones en virtud de un acuerdo de colaboración entre Vicente Casanova y Federico D,Avack fundador de la sociedad Sovrania Films, al amparo de una normativa especial que luego permitía introducir en el mercado español las dialogadas en castellano sin ningún gravamen arancelario. En julio de 1936 ya estaba listo el guion, pero el proyecto tuvo que cancelarse a causa de la guerra civil.
SINOPSIS
Madrid celebra la entrada en el siglo XX con cotillones de nochevieja multitudinarios. Adelaida (Ana Mariscal), el capitán Leonardo de Vargas, del primer regimiento de húsares, continúa la juerga en compañía de sus camaradas, los oficiales Carlos y Federico, a quienes comunica su firme propósito de renunciar al modo de vida que lleva y convertirse en un hombre digno del amor de Margarita, la hija de los condes de Peñaflorida con la que piensa casarse.
Debut en el cine de la actriz ANA MARISCAL
COMENTARIO DE ANA MARISCAL
“Fue un contraste muy grande para mí ya que mi verdadera vocación era la de ser catedrático de Instituto en una capital de provincia. Para ello me disponía a cursar la carrera de Ciencias Exactas, porque las Matemáticas eran para mí mi gran ilusión, por no decir mi poesía. Pero, tal vez por inercia, me dejé llevar a esas pruebas de fotogenia, para ver si podía hacer un papel en la película “El último húsar”, una coproducción con Italia. Las pruebas se hicieron en los estudios Aranjuez, donde estaban filmando en aquel momento “La Dolores”, de Florián Rey con Conchita Piquer. El operador era Guernes que, más tarde, fue operador de la película “Raza” y fue su ayudante, Alfredo Fraile, quien me hizo la prueba. Para mí aquel mundo de un estudio cinematográfico, donde entraba por vez primera, fue realmente mágico. Me interesaba todo y, especialmente, me sorprendía ver tantos cables por el suelo. No me explicaba por qué no los colgaban de las paredes ya que cualquiera podía tropezar con ellos. Naturalmente la prueba no me la hacían a mi sola y acudí con curiosidad de adolescente, de la misma manera que iba con cualquiera de mis hermanos a un concierto o a una conferencia o a pasear por El Retiro con el novio de turno de alguna de mis hermanas. Cuando las pruebas se proyectaron, al cabo de mes y medio, fue cuando me decidí a ser actriz, porque comprobé que la cámara cinematográfica capta mucho más que el ojo humano y era un medio de comunicación directo entre el espíritu de quien hacía la película -director o intérprete- y el espectador. Esto fue lo que me decidió a ser actriz.
El cine durante nuestra guerra había sido, sobre todo, el que se rodó en la zona republicana, películas como “Sierra de Teruel” de Malraux y otras. El de la zona nacional se hacía, sobre todo, en Alemania, con Florián Rey, Imperio Argentina, Rafael Rivelles etc. Esas películas son las que luego tuvieron continuidad en España y yo tuve ocasión de trabajar con la productora que hacía esas películas durante la guerra civil. Se trataba de la famosa UFA, productora para la que hice, nada más venir de Italia, “La florista de la reina”. Como me encontraba tan desconectada del cine, salvo como espectadora, no estaba muy al tanto del cine que se estaba haciendo durante aquellos años. Así que puede decirse que primero me metí en el cine y después me interesé por el cine. Era una comedia musical. Yo no canto ni he cantado jamás, aunque en mi segunda película interpreté un “play-back” cantado por otra persona e interpretado por mí, pero en esta película mi personaje no tenía en absoluto nada que ver con la parte musical. Era un personaje bastante humano, sentimental y muy atractivo, ya que se trataba de una mujer de vuelta de la vida que había tenido una relación amorosa con el protagonista, se había separado y todos los años, en una fecha determinada, se reunían para recordar viejos tiempos. Todo esto, dentro de una relación de carácter sexual, tenía cierto encanto, cierta humanidad. Era algo completamente generoso, al margen de todo interés y esto hizo que mi personaje llamara mucho la atención. (EL CINE ESPAÑOL SEGÚN SUS DIRECTORES de Antonio Gregori. Entrevista con el autor)