EL CINE ESPAÑOL EN EL RECUERDO (II)
ASESINATO Y ENTIERRO DE DON JOSÉ CANALEJAS (1912)
Producción: Iberia Cines
Dirección: ADELARDO FERNÁNDEZ ARIAS, ENRIQUE BLANCO
Guion: Adelardo Fernández Arias
Fotografía: Enrique Blanco, José Gaspar
INTÉRPRETES
RAFAEL ARCOS (Canalejas), JOSÉ ISBERT (Pardiñas)
Duración: 4 minutos
Blanco y negro
DRAMA HISTÓRICO
SINOPSIS:
Reconstrucción del asesinato del político español José de Canalejas y de su entierro en Madrid. Incluye fragmentos de documentales.
COMENTARIO DE JOSÉ ISBERT. ACTOR
“El Noticiario encargó al operador José Gaspar que hiciese la reproducción del asesinato de Don José Canalejas ocurrido en la Puerta del Sol frente al escaparate de la librería San Martín.
Fuimos contratados por cien pesetas cada uno Rafael Arcos (padre) que hacía el papel de Canalejas y yo, que era Pardiñas, el asesino.
Ocurrió un hecho que pudo tener desagradables consecuencias. Para hacer la escena más real colocaron un coche al borde de la acera poco separado de la librería San Martín que fue donde el presidente se detuvo a ver unos libros, momento que aprovechó el anarquista para dispararle un tiro a bocajarro, de rápido efecto. Luego es sabido que el asesino se suicidó cayendo debajo del caballo, que, al oír el disparo, se desbocó. La interpretación fue tan real que faltó un pelo para que yo muriese aplastado.
Hay que reconocer que el día del magnicidio el rey demostró su reconocido valor. Cuando recibió el comunicado de la trágica muerte de su primer ministro preguntó adonde le habían llevado y sin más averiguaciones se secó la cara (porque la noticia le sorprendió afeitándose), se pudo la guerrera y salió disparado dirigiéndose al Ministerio de la Gobernación en cuyo salón principal, sobre una mesa, colocaron el cadáver.
El rey presidió el entierro de tan insigne estadista. En la cara llevaba reflejado su sincero dolor y su gran preocupación. El tiempo ha demostrado que dentro de aquél ataúd iban la corona y el cetro de España.
La proyección del noticiario sobre este triste asunto quedó prohibida en España, pero no así en Europa y América.
Después de esta rápida aparición cinematográfica tuve la suerte de ser contratado par a siete u ocho películas mudas.”
(“Mi vida artística” de José Isbert)