1922
De Robert Flaherty
“No quiero rodar una película sobre qué han hecho los blancos con esa gente, vestida con andrajos y esos gorros terriblemente gastados. No me interesa la decadencia de ese pueblo. Al contrario, me gustaría mostrar su grandeza y su naturalidad originales mientras aún sea posible. Antes de que los blancos no solo destruyan su forma de ser, sino que exterminen a todo ese pueblo al que ya amenaza el ocaso”.
Robert J. Flaherty.
No sería exagerado decir que la película de la que hoy vamos a ocuparnos es el trabajo de un hombre excepcional que quiso reflejar en todas sus películas el enfrentamiento del ser humano con la naturaleza hostil, su lucha cotidiana para, conseguir, simplemente, el sustento necesario para él y su familia.
Para lograr este documento excepcional, su autor se vio forzado a marchar días y días por interminables regiones heladas, a pie, en canoa, o en trineo, cargado con todos los instrumentos necesarios para realizar su trabajo, desde la cámara y la película virgen hasta un laboratorio portátil.
En muchas ocasiones se produjeron fallos durante el rodaje muchas veces por deficiencias del equipo eléctrico viéndose obligado a positivar su película con luz natural y para rodarla se trasladó a los escenarios naturales, a los inmensos desiertos de hielo, al norte de Canadá, donde unos pocos seres humanos se creían el centro del mundo, sin tener idea del resto de la tierra.
“La vida y el amor de una familia esquimal”
Los historiadores consideran a “Nanook el esquimal” como el primer documental de la historia de este género, aunque John Grierson hablara por vez primera de “documental” al referirse a MOANA, la segunda película de Flaherty. Sin embargo no cabe la menor duda de que hoy día este honor hay que atribuirlo con todos los honores a “Nanook, el esquimal”.
Mucho se ha hablado de la manipulación de los documentales, de los trabajos de cineastas de noticieros semanales que observaban la realidad para reproducirla a su manera. Lo que hizo Flaherty, en esta y en sus siguientes películas fue emplear medios fílmicos seleccionados para poner de relieve una realidad determinada y documentarla a su manera. Como él mismo dijo “El objeto del cine documental es la vida en la forma en que se vive. Esto no obliga en absoluto a que la tarea de un director de documentales consista en captar una serie de imágenes grises y monótonas, sin una selección previa”.
Fiel a estos principios no dudó en tomarse las licencias oportunas para hacer más claro su mensaje. Nanook, cuyo verdadero nombre era Allakariallak sabía manejar un fusil y conocía lo que era un gramófono, pero Flaherty le hizo cazar morsas con arpón y hacer que se sorprendía cuando escuchaba la música. Porque la intención del director era fundamentalmente esbozar una imagen romántica y primitiva de la vida de los esquimales en el hielo.
Nanook el esquimal, se estructura en una serie de escenas centradas fundamentalmente en señalar la autenticidad de las vidas de sus protagonistas: el hombre en la naturaleza presentado con extrema sencillez: un pequeño grupo de esquimales abriéndose paso con sus frágiles canoas entre los hielos, los grupos de focas con sus crías, los pájaros árticos en sus nidos, la venta de pieles, la caza, cuerpo a cuerpo, con la morsa, la pesca con arpón, la construcción de la casa de hielo de Nanook….son trozos de vida que muestran la lucha cotidiana en busca de la subsistencia para cada día. En resumen, la lucha del hombre con la naturaleza que, como en “Hombres de Arán” o “Relato de Luisiana”, constituye el tema fundamental de las películas de Flaherty.
Cuando Flaherty volvió a Estados Unidos ninguna compañía cinematográfica quería su película. Al ser producida con el apoyo de los peleteros franceses, el realizador la ofreció a una sucursal de Pathé, la famosa productora francesa y allí le sugirieron que troceara su película para hacer una serie de cortos de carácter educativo, pero Flaherty se opuso, hasta que Roxy, el famoso dueño del Capitol, el mayor cine de Nueva York, se entusiasmó con la película. Al final llegó a exhibirse en programa doble con “El mimado de la abuelita” de Harold Lloyd y pasó desapercibida. Sin embargo en Europa sucedió todo lo contrario: estuvo seis meses en cartel en el New Gallery de Londres, seis meses en el Gaumont de París y alcanzó grandes taquillas en las salas de las mayores ciudades de Europa. Nanook se hizo tremendamente popular y llegó a rivalizar con las grandes estrellas de Hollywood. Y durante mucho tiempo los bombones helados que vendían en las salas de cine se llamaban “Nanuk”.
“Nanook” significa el triunfo de la sencillez frente a la artificiosidad. Y en este triunfo fue algo decisivo la dramatización de la realidad, lo que su autor denominó “el drama de cada lugar y el drama esencial de ese lugar”.
El realismo cinematográfico hace su irrupción en las pantallas de todo el mundo a raíz de un acontecimiento ajeno y brutalmente violento como fue la II Guerra Mundial y, también, con la utilización sistemática del plano secuencia con profundidad de campo por Orson Welles en “Ciudadano Kane”. Pero muchos años antes, en 1922 Flaherty enseñó a todo el mundo que el realismo empieza con la plasmación de la realidad. Y esa es la gran lección de esta película inolvidable.
Puedes ver la película completa aquí: