Reseña de la novela histórica Victoria, de Rafael Marín
27 años habían pasado ya desde que el Almirante Colón descubriera para la Corona de Castilla aquellos territorios allende el Atlántico en busca de una ruta alternativa a las islas de las Especias. Sin embargo, una vez constatado que aquellas nuevas tierras no correspondían a los dominios asiáticos continúa la búsqueda de un paso hacia el oeste bordeando las Indias Occidentales. Fernando de Magallanes, viejo lobo de mar portugués y veterano ya en las travesías oceánicas, cree firmemente en la existencia de dicho paso, y tras la negativa del rey portugués a sufragar dicha expedición, acaba convenciendo al consejo de Carlos I de Habsburgo para llevar a cabo tan temerosa misión.
De esta manera, a finales de septiembre de 1519, a bordo de cuatro naos (Victoria, Trinidad, San Antonio, Concepción) y una carabela (Santiago) parte el convoy hacia poniente, hacia el desconocido paso hacia las Molucas que ningún europeo había osado antes encontrar.
Pero junto a la emoción que a todos impregna con el descubrimiento de nuevas tierras, la desolación, las enfermedades, el canibalismo, el hambre y la traición serán también parte de la historia. En palabras de Antonio Pigafetta, cronista de a bordo, se narra el relato de aquellos pobres diablos, de los cuales no llegaron de vuelta a casa ni una veintena de ellos en una nave destartalada.
La inesperada muerte del Almirante Magallanes en la isla de Mactán en una de las escaramuzas contra los nativos, llevará posteriormente a uno de los oficiales al mando, el vasco Juan Sebastián Elcano, a tomar una decisión que tendría gran trascendencia histórica; el regreso a casa por el oeste, el Océano Índico, en manos portuguesas, en lugar de retroceder por el camino que habían tomado, bordeando así África hasta estar de vuelta en España y cumplir uno de los hitos más importantes de nuestra historia.
En su periplo, se ponen de relieve otros aspectos secundarios, como son la desconfianza entre los oficiales españoles hacia un capitán portugués, dada la rivalidad con el reino luso por el control de las rutas de las especias, el comercio desigual con los nativos de los territorios que dejaban a su paso, o su involucramiento en las rencillas de los reinos tribales de las islas del Maluco.
Sin lugar a duda una novela de fácil lectura que no dejará indiferente a ninguno de sus lectores y que acercará al lector, con mayor o menor rigor histórico, a uno de los acontecimientos que más trascendencia tendría para la historia en los siglos venideros.
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